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La escultura recibió originalmente el nombre El poeta, ya que representaba al escritor italiano Dante Alighieri, autor de la Divina comedia, obra literaria que sirvió como una de las inspiraciones para la creación de La puerta del Infierno. En una carta enviada al crítico Marcel Adam, escribió: El pensador tiene una historia. En los días pasados, concebí la idea de La puerta del Infierno. Al frente de la puerta, sentado en una roca, Dante pensando en el plan de su poema. Detrás de él, Ugolino, Francesca, Paolo, todos los personajes de la Divina comedia. Este proyecto no se realizó. Delgado, ascético, Dante separado del conjunto no hubiera tenido sentido. Guiado por mi primera inspiración concebí otro pensador, un hombre desnudo, sentado sobre una roca, sus pies dibujados debajo de él, su puño contra su mentón, él soñando. El pensamiento fértil se elabora lentamente por sí mismo dentro de su cerebro. No es más un soñador, es un creador. Auguste Rodin Según apunta el investigador François Blanchètiere[cita requerida], El poeta representa un cuerpo torturado y al mismo tiempo un hombre de espíritu libre decidido a trascender mediante la poesía. También de vocación dantesca, la obra personifica a Minos, juez de los infiernos que en la obra del italiano asignaba a los condenados a uno de los nueve círculos en función de sus pecados. El pensador pertenece al grupo de trabajos hechos entre 1880 y 1881, en donde la influencia de Miguel Ángel es particularmente fuerte; es indudable que Il Pensieroso y Jeremías de la Capilla Sixtina guardan semejanza con él. Para la pose del personaje con el codo derecho en la pierna izquierda Rodin estudió Ugolino de Jean-Baptiste Carpeaux, mismo que fue realizado en 1862 y que pertenece a la colección del Museo de Orsay.3 En palabras de Octave Mirbeau, «su pose recuerda un poco la de El pensador de Miguel Ángel, Dante está sentado, con el torso echado hacia adelante y el brazo derecho en reposo sobre la pierna izquierda, lo que da al cuerpo un inexpresable movimiento trágico»;4 asimismo, se basó en la representación de Lorenzo de Médici sentado, pieza central de la Capilla de los Médici, en la Basílica de San Lorenzo, en Florencia, Italia.